Las emergencias según la norma ISO 14001 2015
Un requisito de la norma ISO 14001 2015, es la necesidad de identificar las posibles situaciones de emergencia que se puedan dar en la empresa, las cuales puedan generar un impacto en el medioambiente. Todas las emergencias estarán asociadas a uno o varios aspectos ambientales de la organización, el cual pasará a estar descontrolado debido a un incidente o accidente ambiental.
La gestión de la emergencias la podemos separar en las siguientes fases: la identificación de las emergencias, la definición de planes de emergencia para tratarlas en el caso de que se produzcan, la realización de simulacros periódicos para ver la efectividad de dichos planes, y por último analizar los resultados tanto de los simulacros como de los accidentes reales.
La identificación de emergencias
La identificación de posibles emergencias es una tarea compleja a la cual deberemos dedicar algo de tiempo. Es importante pensar que cualquier accidente ambiental que se produzca en la empresa deberá estar incluido en alguno de los tipos de emergencia que hayamos definido, y así disponer de un plan de actuación adecuado para atenuar el impacto ambiental.
Algunos ejemplos de posibles emergencias que se pueden dar en la organización, son:
- Incendios: los incendios pese a ser poco probables en la mayoría de organizaciones, suponen un elevado riesgo para el medioambiente. Ya que suelen llevar asociados una gran variedad de impactos: residuos peligrosos y no peligrosos, emisiones a la atmósfera, vertidos incontrolados...
- Fugas: las fugas en canalizaciones de gas o humos, suelen ser bastante habituales pero poco significativas. El problema suele radicar en detectarlas, y el mayor riesgo es que pueden suponer un problema mayor, como puede ser un incendio o explosión.
- Derrames: en empresas industriales con maquinaria pesada, el uso de aceites lubricantes y refrigerantes es muy cotidiano. Durante las tareas de sustitución o mantenimiento, suelen transportarse a almacenes internos de residuos peligrosos, donde serán almacenados hasta su recogida por el gestor autorizado. Estos traslados, así como las zonas de almacenamiento, son muy propensas a sufrir incidentes que pueden generar derrames no controlados.
- Explosiones: disponer de: gases licuados en contenedores a presión, depósitos de combustibles fósiles explosivos o carretillas elevadoras eléctricas, llevará asociado tener en la empresa zonas de riesgo de explosión, también llamadas zonas ATEX.
- Eventos naturales: no podemos olvidar que dependiendo de nuestra localización, las amenazas pueden proceder del exterior. Las más comunes y asociadas a agentes meteorológicos son: las inundaciones, los terremotos, las nevadas, las tormentas eléctricas...
NOTA: Los aspectos ambientales asociados a situaciones de emergencias, también se denominan: Aspectos potenciales.

Definir los Planes de Emergencias
Una vez identificados todos los tipos de emergencia que pueden suceder en la organización, deberemos definir planes de emergencia para reducir el impacto ambiental en el caso de que las emergencias se materialicen en forma de accidente ambiental. Dichos planes contendrán información sobre: los protocolos de actuación, los equipos técnicos y material de emergencia a utilizar, las medidas preventivas aplicadas para reducir el riesgo, la formación requerida por el personal que lo ejecute, etc.
NOTA: A la hora de inspirarnos para definir nuestros planes de actuación en caso de emergencia, podemos utilizar los procedimientos reglamentados para la prevención de riesgos laborales, las instrucciones de uso y buenas prácticas de los fabricantes de las máquinas, y la información contenida en las fichas de seguridad de los productos peligrosos. Los cuales además de servirnos de guía para elaborar nuestro planes de emergencia ambiental, deberán ser compatibles con los que definamos.
Equipos de Emergencias
Una tarea nada sencilla es la selección del personal de la organización que integrarán los equipos de emergencia. Dado que hay varios factores a tener en cuenta para elegir a las personas correctas:
- Disponibilidad: Elegir personas que no suelan estar en la empresa (comerciales), otras que no tienen tiempo para realizar formaciones y participar en simulacros, u otras que no puedan abandonar su puesto de trabajo bajo ninguna circunstancia (centralitas telefónicas). No son buenos candidatos para formar parte de los equipos de emergencias.
- Localización: Hay que tener en cuenta que deberemos disponer de personal de emergencia es todas las áreas de la empresa, lo que garantizará una respuesta rápida ante un suceso. La cosa se complica un poco más, cuando la empresa tenga diferentes delegaciones en otras regiones o países.
- Perfil psicológico: Personas con aprensión a ver sangre, que sufran de vértigo, mareos o claustrofobia, muy nerviosas o impulsivas... son malas elecciones para formar parte de dichos equipos.
- Condición física: En determinados equipos de emergencia, donde se requerirá subir y bajar escaleras, moverse con velocidad, descolgar y utilizar extintores... hay que tener en cuenta que las personas seleccionadas puedan realizar dichas tareas.
- Interés: Un error muy común en las empresas, es asignar a personas que no quieren pertenecer a dichos equipos. Pese a que no quedará otra solución cuando la falta de voluntarios capacitados exista, no deberíamos tomarlo como práctica habitual. En estos casos, será necesario realizar programas de concienciación y motivación a dichas personas.
- Formación y experiencia: Pese a ser la más importante, quizás sea la menos interesante de evaluar en el proceso de selección. Dado que es fácilmente corregible por medio de cursos de formación específicos a realizar por dicho empleado.
IMPORTANTE: Es muy importante tener en cuenta los periodos de vacaciones del personal asignado a los equipos de emergencias, ya que siempre se deberá disponer de un mínimo de personas para cada rol. No hay que olvidarse de esta necesidad cuando se trabaja a turnos o fines de semana, donde también se deberá garantizar estar preparado para cualquier incidente o accidente que suceda. Por no hablar cuando la empresa esté cerrada, que también se deberá disponer de un protocolo mínimo.
NOTA: Es requisito de la norma ISO 14001 2015, que la gestión de las emergencias esté documentada. Lo que incluirá desde la planificación de simulacros, a la procedimentación de los diferentes planes de actuación.
Analizar los resultados
El análisis de los resultados de las actuaciones, quizás sea la parte más olvidada en la gestión de una emergencia. Y más cuando ésta es correctamente tratada, y las consecuencias e impacto en la organización han sido mínimos. Analizar los resultados finales, estudiar los errores de ejecución de los planes o identificar puntos de mejora, son tareas que deberemos plasmar en un informe. Además de ser un requisito de la norma, que deberemos cumplir.
Utilizar indicadores de eficacia lo más objetivos posibles, y a poder ser cuantificables numéricamente, nos ayudará a poder comparar los resultados obtenidos con actuaciones anteriores. Un indicador clásico en la ejecución de un plan de emergencia, suele ser el tiempo de evacuación del personal si dicho plan requiere esta medida preventiva.
NOTA: Una buena práctica que tampoco es muy común, es felicitar al personal de emergencia por el trabajo realizado en las actuaciones que realicen. Además de dar el justo reconocimiento a su labor dentro de la organización.
Simulacros de emergencias
La realización de simulacros de las posibles emergencias identificadas, es una práctica muy habitual para garantizar el correcto funcionamiento de los planes de actuación definidos. Garantizando disponer del personal formado adecuadamente, de los medios materiales para llevar a cabo las tareas a realizar, así como la eficacia de dichas acciones.
Existen determinadas emergencias que tienen una baja probabilidad de que se materialicen, pero la gravedad de sus consecuencias hace que sus planes de actuación deban estar siempre listos. La manera de garantizar esto, será la realización de simulacros periódicos donde se garantice que el personal que debe aplicar dicho plan está preparada.
IMPORTANTE: Se debe disponer de una Planificación de simulacros, que garantice que en un periodo de uno o varios años, se testeen todos aquellos planes de emergencia que por la falta de emergencias relacionadas con ellos no se hayan ejecutado. En muchas ocasiones, aquellos planes de emergencias asociados a accidentes de graves consecuencias, se realizan con una mayor periodicidad que otros. Por ejemplo, la simulación de un conato de incendio se puede realizar anualmente, mientras que una fuga de agua cada tres.
El día de realización de un simulacro puede ser conocido o ser por sorpresa, dependiendo del tipo de emergencia y de como de real se quiere hacer la simulación. Evidentemente siempre será mejor realizar los simulacros por sorpresa, reduciendo al máximo las personas informadas sobre la realización del mismo. Aquellos simulacros que puedan detener la actividad de la empresa durante una o varias horas, se suelen realizar en periodos estivales, y en días planificados y conocidos por todos. Evitando de esta manera que un simulacro pueda generar problemas mayores a una emergencia real.
NOTA: Es una práctica bastante habitual que durante la realización de un simulacro de emergencia haya uno o varios observadores, que actúen como testigos de los pasos más complejos de la ejecución del plan de emergencia. Ya que en muchas ocasiones el obtener unos resultados satisfactorios del simulacro, no garantiza que se haya realizado bien. Además la información aportada por los observadores puede ayudar a detectar posibles mejoras en los planes, garantizando así la mejora continua de los mismos. Es importante tener en cuenta que estos observadores no podrá participar ni pertenecer a los equipos de emergencia, y que deberán conocer con detalle el plan de emergencia a aplicar.
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